Si, efectivamente la gente acostumbra viajar antes de viajar. ¿Qué significa esto? y ¿por qué lo consideramos el mito más grande del buen viajero?
Los viajes están llenos de emociones, desde el momento en el que decides que vas a ir hacia algún destino, ahí inician las emociones. Decides el lugar y viene el momento de hacer todas las preparaciones:
¿Qué lugares vas a visitar? ¿Hay algún espectáculo esos días que puedas aprovechar? ¿Qué es lo que nadie sabe del destino? ¿Qué clima hay? ¿Qué ropa debes llevar?
IMAGINAR, también es viajar
Si, eso también es viajar. La etapa de planeación de un viaje es reconocida por muchos autores como una fase casi tan importante como el viaje mismo.
Y esto es porque en esta fase también viajas, pero con la imaginación.
Pensar qué vestimenta vas a usar cada día es imaginar cuáles son las actividades que podrías hacer. ¿Ropa elegante? “por si acaso salimos un día a cenar”.
¿Traje de baño? Si el hotel tiene alberca quiero meterme a nadar un rato”. ¿Me llevo unos tenis? “Tal vez quiera salir a correr en las mañanas”.
Muchas veces en la preparación del viaje y en tu imaginación haces muchas más actividades de las que realizas en tus vacaciones.
Imaginar que podrías salir más de dos noches a bailar y regresar con la ropa elegante intacta en tu maleta habla de un buen viajero.
Es un mito que los verdaderos viajeros llevan lo justo y necesario en su maleta.
¡Falso! Esas son las personas que no saben soñar y que no imaginan cómo será su viaje, que no se permiten soñar las diferentes oportunidades que se pueden presentar. No se previenen a cualquier riesgo.
¿Les hace sentido?
Ahora estoy segura que soy una buena viajera. Lo que más trabajo me cuesta es hacer una maleta. Siempre llevo de más, siempre regreso con la mitad de la maltea limpia.
Eso me hace soñadora y abierta a cualquier oportunidad. Eso me hace viajera.
Por: Jessica de la Cruz.
Directora de Ama Viajar. Viajera, emprendedora y especialista en Marketing Turístico.